Retriever leash

La Retriever leash está diseñada para colocarse en la parte alta del cuello, justo detrás de las orejas.

Para empezar, deslice los topes de aluminio a lo largo de la correa, creando una abertura lo suficientemente grande como para que la cabeza de tu perro pase a través del bucle final.

Una vez que la correa esté sobre la cabeza, ajusta los topes para fijar la longitud mínima y máxima deseadas. La correa debe estar lo suficientemente ajustada para evitar que el perro se salga, pero lo suficientemente suelta para permitir un movimiento cómodo. Para perros medianos, asegúrate de que haya espacio para dos dedos verticales entre la correa y el cuello de tu perro. Ajústala a un dedo para perros pequeños y un poco más para razas grandes.

Cuando se utilizan y ajustan correctamente, las correas deslizantes son seguras para los perros. La Retriever leash, equipada con topes dobles, permite ajustes seguros, minimizando el riesgo de incomodidad o asfixia.

Utiliza siempre el refuerzo positivo durante las sesiones de entrenamiento para garantizar un adiestramiento con correa eficaz y divertido.

Para paseos más largos, elige un collar o un arnés bien ajustado para mayor comodidad de tu perro. Supervisa siempre a tu perro cuando utilice una correa deslizante y asegúrate de que nunca lo dejas desatendido.

Si tienes dudas o necesita orientación específica, te recomendamos que consultes a un veterinario o a un adiestrador canino profesional para que te aconseje según las necesidades de tu perro.

La correa Retriever es ideal para utilizarla en diversas situaciones de entrenamiento, como enseñar a tu perro órdenes básicas, practicar retrieving y pasear con correa. También es una buena opción para los usos a corto plazo, tales como descansos para ir al baño o mover a tu perro de un lugar a otro.

Este tipo de correa también es una herramienta excelente para pasear perros de refugios que no pueden llevar collares y para los paseadores de perros y cuidadores de mascotas que se ocupan de perros de varios tamaños.